El verano ataca con su ferocidad habitual en nuestra ciudad...
las temperaturas van ascendiendo, poco a poco, día a día, en este inicio de la
temporada y con ello la Naturaleza nos da la oportunidad de ir aclimatándonos
para poder seguir con nuestra actividad físico-deportiva sin sobresaltos. Lo
importante es escucharla y escucharnos. Somos, a pesar de nuestra condición de
urbanitas, producto de la evolución de nuestra especie, el último y más
depurado eslabón de nuestra forma de vida. Precisamente por ello, por ser
habitantes de un mundo rico en el que la tecnología ha transformado nuestras
vidas en algo aparentemente inmune a las condiciones naturales, podemos perder
la noción de nosotros mismos como seres vivos, con una gran influencia sobre
las condiciones naturales de nuestro entorno, pero, finalmente, ligados a él
sin remisión.
Para ser más concreto, mi propuesta de esta última editorial
antes del inicio de la próxima temporada es muy clara: escuchemos nuestro
cuerpo y vivamos así con plenitud y seguridad ese deporte que nos hace más
felices y nos libera cada día, pero que, si olvidamos nuestra identidad de
seres vivos y nuestra dependencia de las condiciones del entorno en el que lo
practicamos, puede tener consecuencias indeseable, a veces hasta dramáticas...
En este número de nuestro boletín electrónico encontrarás
algunos consejos que te ayudarán a practicar tu actividad con seguridad,
teniendo en cuenta al plus de esfuerzo que para tu organismo supone ejercitarse
en las condiciones de calor propias de estos meses. Lo que te pedimos es que
consideres que además de la técnica, en el nivel que sea, competitivo o
puramente recreativo, es necesario conocer e incorporar a tus rutinas una serie
de medidas que te ayudarán a prevenir y disfrutar sin problemas. Beber,
nutrirse adecuadamente, descansar lo suficiente, evitar determinados horarios,
etc... todo eso constituye lo que se denomina "entrenamiento invisible", concepto
que te recomendamos encarecidamente que incorpores a tu mochila de
conocimientos deportivos.
Pero lo más importante, en lo que no podemos darte receta
alguna porque es cosa de cada cual, es que te respetes, que te escuches... que
hagas caso de los avisos que tu cuerpo te envía... en definitiva que vuelvas a
ser el ser vivo que eres, en conexión con tu medio natural y con las
necesidades vitales básicas: beber antes de estar sediento; descansar cuando
sientas el primer aviso de una posible lesión; dormir lo suficiente para
regenerarte de un día para el siguiente; alimentarte con productos de buena
calidad, con las manipulaciones mínimas necesarias... todo ello tan sencillo y
tan necesario.
